-ElectroChemicals- Las falacias de una persona comiendo manzana.
También en Deviant >
http://electrochemicals.deviantart.com

27 de mayo de 2007

A tu lado.

Me gusta estar contigo, porque me siento protegida y acompañada. Porque me siento querida, porque con tus caricias me haces sentir bonita.
Me gusta estar a tu lado, porque me entregas un sentimiento y una sensación armónicos e incomparables, porque tu respiración me causa una tranquilidad absoluta.
Me gustas tú, porque me tratas como nadie podría hacerlo. No importa lo que pase, siempre estás ahí, pendiente. Sonriéndome, diciendo que todo está bien.
Tu seguridad me estabiliza, tu ser me abraza...

Gracias por quererme, por ser como eres.

23 de mayo de 2007

Tranquila realidad.

Aquella vez fue la última que volví a subirme a un camión. De hecho, no he vuelto a estar sobre ruedas. No, ni patines. Esto de estar encerrado por razones confidenciales es una locura.
Me bajé del camión -- tú sabes, manejaba camiones de carga en aquella época para grandes industrias. Me bajé para despechar un pedido, un par de cosas para un mini market.
La cosa es que me, una vez fuera del camión, saqué las llaves como es de costumbre para dejarlas en mi bolsillo y el dueño del local envió a un tipo para que hiciera el trabajo pesado. Fue bastante grato.
Mientras recibía la boleta una vez revisada la lista, sentí un leve sonido afuera. No sé porqué quise voltearme y mirar. Y bueno, lo hice. Y alcancé a ver a una persona -- aún recuerdo su silueta -- agachada y revisando mi camión. Había una pequeña luz que quedó en el chasis.
Quería seguir mirando, pero el dueño del local me hizo cortar la situación. Me entregaba el recibo. Hasta que comprendí toda la situación...
Tú no me vas a querer creer pero ni en broma. Pero es cierto, no estoy loco. Ese tipo realmente dejó un dispositivo en mi camión, y seguramente estuvo vinculado con los dueños del local. Lo sé.
Cuando llamé a la policía, no quisieron más que reírse de mí. Ellos ya lo sabían. No fueron capaces de revisar el camión, y cuando les ordené que lo encendieran entonces para asegurarme de que nada pasara, se fueron.
Pero no todo quedó así. Astutamente dejé las llaves puestas, y la puerta abierta. Claro, me arriesgaba a entregar un camión que valía más que mi propia vida. Pero también arriesgaba mi vida.
En pocas palabras, mi locura se desvaneció por completo -- o tal vez es después de esto que llegó a mí. Un joven, curioso y movido, no lo pensó dos veces cuando ya estaba llevándose el camión. Bueno, está bien, pensé, finalmente era una paranoia mía nada más.
Pero no. No era paranoia, no era mi personalidad desconfiada. El camión provocó una explosión un par de minutos más tarde, la cual fue excusada como un problema en el motor y contacto con nitrógeno. ¿Cómo algo así? No importa, las autoridades lo decían. Nadie cuestionó nada.
En cuanto a lo que es de mí, estoy encerrado en un manicomnio por saber la verdad. Juran que me harán creer que todo fue un sueño, que sufrí un grave accidente. Pero lo sé todo, y prometo que algún día lo demostraré...

21 de mayo de 2007

Carta de despedida.

Querida Vero:
Pensaba comenzar esta carta de despedida con un 'Querida Amiga', pero consideré más apropiado llamarte por tu nombre. Después de todo, la palabra me limita demasiado.
Bueno, las cosas pasan. Creo que por más que alguien se sienta exclusivo y fuera de las condiciones, a todos nos puede pasar esto de llegar a un límite que nos supere. Y bueno, aquí me tienes.
Sé que estoy dejando muchas promesas atrás, un gran futuro por delante... y un triste presente. Lo tengo más que claro. Pero creo que es hora de comenzar de nuevo, quién sabe cómo. Pero en esta vida, creo que mi felicidad cumplió con su misión y terminó.
Me imagino que debes estar escuchando una de esas canciones japonesas tuyas, de esas que te encanta escuchar sin entender qué dicen. Si supieras cuánto pensaba en ti, cuántas veces me pregunté qué estarías haciendo en el minuto.
Bueno, no dejaré de pensar en ti. Y aunque no es momento de lamentos, debo reconocerte que me hubiese encantado invitarte a mi graduación. Ya sabes, luego de muchos años de decisiones y estudios, hubiera sido algo realmente hermoso que hubiésemos estado juntos.
Pero hay algo que siempre me limitó, desde que te conocí. Nunca supe si para bien o para mal, pero estabas tan estable con tu novio. Sufrías por él, reías por él. Me hablabas de él como si fuese lo mejor que te hubiese pasado en la vida. Pero, ¿sabes qué? Tú fuiste lo mejor que me pasó en la vida. Tu sonrisa me hacía feliz, tus abrazos eternos me llenaban de energía...
Siempre tuve esas ganas de invitarte a mi departamento fuera de la ciudad, de llevarte a despejarte de todo. Pero no, no podía hacer algo así -- le tuve el respeto que le tuve a tu novio por la felicidad que te entregaba. Pero dime, ¿te hacía yo tan feliz? Mi mundo giraba en torno a ti. Elegir ropa, buscar cortes, ayudarte en tus trabajos. Escuchar música, entender tus pequeñas tiernas locuras.
Tratándonos siempre de amigos. Un cariño tan distinto, pero tan profundo por ambos lados.
Tu apoyo siempre fue algo indispensable, desde que te conocí. Pero no quiero que te sientas culpable, no. Si no hubiese sido por ti, tal vez los años que logré sobrevivir no hubieran sido tantos, ni tan gratos como fueron. Me enseñaste que la felicidad existe, que la vida puede ser algo distinto.
Pero no es eso lo que yo necesito. Necesitaba irme en paz, descansar aunque sea una fracción de segundo de este mundo. Y por eso hice lo que hice.
Pero no he olvidado las promesas que pactamos aquellos acogedores días que estábamos juntos, cuando me insistías en prometer que no lo olvidaría. Estaré pendiente de ti todos los días, y estaré contigo cuando te gradúes, cuando te cases y cuando tengas hijos. Estaré contigo, aunque tú ya no podrás felicitarme por la novia que nunca tuve.
Espero que seas feliz, pues es lo que más te mereces. Felicidad y estar acompañada. No te estoy dejando sola, pero necesito que me entiendas. Y estoy seguro de que lo harás, por eso te envío esta carta.
Aunque nunca dejaré de preguntarme cómo hubiera sido todo si nos hubiéramos conocido antes, o si no hubieras estado con tu novio. ¡Si aquella noche en que llorabas por él, en que te refugiabas en mis brazos, hubieras comprendido!
Bueno, espero que te rías cuando encuentres faltas de ortografía en esta carta, como lo hacías con mis textos. Tienes una dulzura cruel, ten más cuidado con los que te rodean. Estoy tan seguro de no haber sido el único que te miraba con ojos de amor.
Te sigo queriendo, y espero que nunca dejes de quererme. Los amigos son para siempre, ¿recuerdas? Así que visítame con frecuencia, convérsame mucho. No llores por mí, que estaré cuidándote.

Un abrazo eterno.
PD: Mira, logré encontrar tinta morada. Sé que es tu color favorito.

4 de mayo de 2007

Ventana.

Y desde que te vi llegar aquel día, no dejo de asomarme por la ventana para ver si el recuerdo se hace realidad.

2 de mayo de 2007

La última palabra.

Y cuando llegó, no quedaba nada.
Nada más que un caramelo.

Suny.